La líder femenina que divide a los argentinos

En un clima político caldeado, con una candidatura de por medio, ¿Cristina Fernández de Kirchner
sigue siendo la figura femenina clave que tanto se proclamaba?

En la política nacional, pocos nombres despiertan tantas emociones como el de Cristina. La expresidenta fue y sigue siendo un pilar en la estructura del PJ. La reciente proclamación como presidenta nacional del partido justicialista marca una nueva etapa en su carrera política y despierta debates dentro del movimiento peronista y en la arena pública.

El concejal rosarino del Partido Justicialista, Mariano Romero, opinó al respecto en un diálogo con Nexo UCA: “Es indudable que CFK está en la centralidad de la política argentina de los últimos veinte años. Más allá de cualquier diferencia, el proceso de mayor transformación iniciado con Néstor y continuado por ella fue el de mayor distribución de los ingresos hacia los sectores medios y más humildes, con un gran desarrollo de mercado interno”. Además, Romero destacó: “Cristina, la primera presidenta electa de Argentina, ha sabido mantenerse en el centro de la escena, incluso después de su salida del poder”.

Cabe mencionar que Cristina no es sólo una figura de poder, también es una presencia simbólica que trasciende fronteras. “Como referente femenina es innegable”, expuso el militante libertario Joan Méndez en una entrevista con el portal, y coincide con Romero al señalar que fue la primera presidenta electa democráticamente, añadiendo que “sólo por eso merece reconocimiento”.

“Sin embargo, no podemos llamarla feminista”, continuó Méndez. “Su discurso de campaña usó esa bandera, pero ella misma se ha declarado ‘no feminista’. Hay demasiado archivo que muestra sus contradicciones, tanto en lo que refiere a sus ideales como en su trayectoria personal”. Asimismo, el joven militante pone en duda la capacidad de Fernández de Kirchner para liderar una renovación verdadera: “Ha acumulado poder y riqueza. Era pobre antes de entrar a la política, y hoy es millonaria. Nunca podría ser una destacada líder feminista”.

Según un análisis reciente de Urgente24, su habilidad para manejar el discurso político y su capacidad para adaptarse a contextos adversos fueron determinantes en su ascenso. En su formación como abogada y su posterior incursión en la política, Cristina supo forjar una narrativa que la posicionó como la primera presidenta electa de Argentina, rompiendo techos de cristal en un ámbito dominado históricamente por hombres.

Pero por otro lado, el medio Real Politik, afirma que el intento de Cristina Fernández de Kirchner por asumir la presidencia del Partido Justicialista revela un liderazgo cada vez más cuestionado, tanto por la interna del peronismo como por sectores independientes. Las irregularidades denunciadas en el proceso de su proclamación, como el rechazo a la lista de Ricardo Quintela, reflejan el desgaste de su capacidad para consolidar consensos. Además, su estrategia de presentarse como la figura central del movimiento contrasta con la creciente apatía y resistencia de la militancia tradicional, que no encuentra en ella la renovación esperada. La pérdida de apoyo, incluso dentro de los sectores alineados al kirchnerismo, evidencia una figura política que lucha por mantenerse relevante en un espacio que empieza a buscar alternativas más representativas y menos polarizadoras.

Mientras algunos ven a la expresidenta como una líder transformadora, otros resaltan los matices de su figura, esbozando una crítica hacia su supuesta lejanía con los principios que alguna vez abrazó o que nunca tuvo.

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